Después de un naufragio, el único sobreviviente la agradeció a Dios por estar vivo, al conseguir aferrarse de los restos del barco y pudo flotar hasta llegar a una pequeña isla deshabitada, fuera de cualquier ruta de navegación, y mismo así él agradeció nuevamente.
“Ves! Lo peor sucedió! Perdí todo, Dios, por qué hiciste esto conmigo?
Lloró y maldijo tanto, que se adormeció profundamente cansado.
-“Vinimos a rescatarlo”, le dijeron
- ¿Cómo supieron que estaba aquí?
-Vimos las señales de humo en el horizonte…!
Moral de esta historia:
Moral de esta historia:
Es común sentirnos desesperados y frustrados cuando las cosas van mal en nuestra vida, pero Dios siempre actúa en nuestro beneficio, aún en los peores momentos….

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